Son las siete de la tarde y ellos ya se preparan para el sorteo. Para los ‘serenos’ la suerte llega en pequeños papeles doblados. Cada pedazo de hoja contiene un número, la persona que escoja el más alto será el ganador. Esas son las noches de algunos serenazgos del distrito de La Victoria. Quienes ponen en ‘juego’ sus responsabilidades laborales. Que está penado, pero no para los amigos y conocidos.
El propósito es evitar ‘peinar’ zonas las cuales son catalogadas peligrosas. La Pólvora, Parque Dazo, Las Américas y la temida ‘Barriada’ son algunos lugares que son los menos deseados para patrullarlas. Especialmente los fines de semana, donde la salsa a todo volumen sale de los automóviles estacionados en plena calle. Cerveza o cualquier trago hacen buena compañía.
Moreno, cara larga, nariz doblada por una gresca contra los ‘amigos de lo ajeno’, contextura gruesa y piernas largas cuidan el sueño de los vecinos. Y también es la descripción física de Martín Vilela Soto, también conocido como ‘Chilo’, quien pertenece al escuadrón verde oscuro que vigila las bravas calles victorianas. Su larga trayectoria empezó en 1994, cuando la Plaza Manco Capac era cuna de las chicas que practican el oficia más antiguo del mundo y la delincuencia era a cada segundo. Hoy no, no desapareció pero se redujo.
Los dueños de los vehículos se creen dueños del mundo, no les importa la incomodidad de los vecinos. Es ahí donde la camioneta 4 x 2, con llantas desgastadas abusivamente y luces de bajo luminosidad por los años de uso. Llegan para imponer orden, no siempre es de la manera adecuada, a veces terminan con el uso de los palos ‘serenos’ y muchas veces los dos lados salen dañados, que mejor muestra que la nariz de ‘Chilo’
Aquel mundo era desconocido para él. En Chiclayo, su ciudad natal, era totalmente diferente. ‘La Capital de la Amistad’ le ofreció pocas oportunidades para su progreso, la cual Lima sí le dio.
Hoy es uno de los más de 4 mil ‘serenos’ cuidan celosamente La Victoria, nombre puesto en honor a la esposa del ex presidente José Rufino Echenique, según Ricardo Palma en sus ‘Tradiciones Peruanas’.
El día necesita personas no muy corpulentas para el patrullaje correspondiente. La noche es totalmente lo contrario. Fuerza, Bravura y ‘calle’ son las cualidades de un ‘sereno’ nocturno. No es cuestión de gustos, sino de cuidado.
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